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VILLA MERCEDES

Crimen de Anahí Robledo Yuvero: la defensa espera el resultado de pericias informáticas y genéticas para demostrar la inocencia del imputado

Amado Díaz está acusado del delito de homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y venganza transversal.

Foto Nahuel Sanchez
Amado Díaz está con prisión preventiva por cuatro meses.
Actualizada: 21/08/2024 22:38
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El pasado 5 de julio el Tribunal de Impugnaciones rechazó la apelación que interpuso el abogado Bautista Rivadera, y los cargos contra su defendido, Amado Díaz quedaron confirmados. Los jueces Marcelo Bustamante Marone, Hernán Herrera y María Monserrath Bocca consideraron que la defensa no pudo demostrar que el imputado sea “completamente ajeno al proceso que se ha iniciado en su contra”.

Desde el pasado 2 de junio, Díaz está cumpliendo prisión preventiva (vencerá el 2 de octubre) en el Servicio Penitenciario Provincial, dispuesta por el juez Alfredo Cuello.

La defensa solicitó medidas tendientes a demostrar que el imputado estaba en otro lugar cuando se cometió el homicidio de Anahí Robledo Yuvero, el 23 de mayo.

Rivadera dijo en declaraciones a El Chorrillero que están esperando las pericias técnicas sobre los celulares secuestrados en la causa. “Se tienen que conectar a intenet para poder hacer la geolocalización, y saber dónde estaban ubicados al momento del hecho. Esto todavía no está informado”, sostuvo.

Al mismo tiempo confirmó que se aprobó el pedido para las pericias de material genético. En concreto el tomado en las uñas de la víctima se cotejará con el ADN de Díaz. Del mismo modo se hará con algunas manchas hemáticas. “Mi defendido se va a hacer un hisopado bucal, de manera voluntaria”, sostuvo.

Por otra parte destacó, sin precisar detalles y teniendo presente que el caso sigue el proceso de investigación, que del informe de la autopsia “surgió información que es relevante para la defensa”.

Insistió que se busca descartar “la presencia de Díaz o la relación directa” del imputado en el crimen, y demostrar su inocencia.

En la casa del sospechoso la Policía secuestró una campera que tenía manchas de sangre. “El factor no está determinado”, aclaró Rivadera.

Para la Fiscalía, Díaz entró a la casa donde estaba la menor con una copia de la llave (que le había dado la madre de Anahí), y los movimientos que hizo durante la mañana del día que la mataron son un elemento de sospecha.

Sin embargo el abogado descartó ambas cuestiones: “No hay imágenes que lo muestren a mi defendido entrando y saliendo de la casa”. Señaló que la cámara está ubicada en la puerta del departamento donde vivía Díaz y lo muestra entrando y saliendo en varios momentos “con cualquier persona”.

Con respecto a las llaves, que no fueron encontradas, aportó un dato: “En la declaración, la mamá de la adolescente dice que él se la devolvió cuando terminaron la relación. Esa es una hipótesis de la Fiscalía que carece de fundamento suficiente”.

También se sospecha que el hombre en un trayecto que hizo con el auto, también durante la mañana, se habría descartado de elementos. Ni en los rastrillajes ni en el allanamiento encontraron tampoco pudieron encontrar el arma homicida.

“A nuestro criterio hay cosas que faltan para que la imputación sea sólida”, dijo, y afirmó que “se pudo comprobar que fue al banco a retirar dinero, después a cargar nafta y luego hacia una zona alejada de la ciudad próxima a la universidad donde iba a dejarle unas prendas a una persona que está en situación de calle”.

En ese lugar una cámara lo muestra cuando se detiene: “Desde el primer día dio su versión de los hechos. Y además no surge ninguna constancia de que haya sido una relación de episodios violentos o tormentosa. Esto estamos esperando que surja de las pericias telefónicas. Tampoco hay antecedentes de violencia con la chica o de mala relación. Mi defendido no tiene ninguna denuncia previa hecha por parte de la madre”.

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